En un contexto económico desafiante, donde la inflación y la incertidumbre financiera son moneda corriente, los jóvenes que sueñan con no ser inquilinos de por vida se enfrentan a un panorama complejo al intentar acceder a su primera vivienda. Con ahorros limitados, la búsqueda de entidades bancarias que ofrezcan financiamiento accesible se convierte en una prioridad para aquellos que quieren independizarse.
“Un producto semejante necesita financiación a largo plazo, y como política de vivienda, el crédito hipotecario resulta fundamental y elemental. Pero también como política de desarrollo y de inclusión social”, aseguró José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, en el marco del seminario que realizó el Colegio de Escribanos de la ciudad de Buenos Aires.
Para muchos jóvenes, ahorrar el monto necesario para un anticipo significativo en la compra de una propiedad resulta una tarea casi titánica. Sin embargo, en este escenario, algunas entidades bancarias, de las 16 que lanzaron sus préstamos hipotecarios UVAs, desarrollaron líneas de crédito que buscan facilitar el acceso a la vivienda propia con bajos ahorros.
“Si se logra mantener una inflación baja y estable y el mercado de propiedades puede operar en dólares, el sector acompañará el crecimiento de la economía”, analiza Martín Boquete, director de Toribio Achaval.
Para las nuevas generaciones, el sueño de la casa propia no solo se transformó en un objetivo cada vez más inalcanzable. También se alejó la posibilidad de conseguir la independencia económica. En un escenario donde los salarios pierden mes a mes frente a la inflación y ante un mercado inmobiliario que lentamente busca recomponer la oferta perdida en los últimos años, se estima que el 40% de los argentinos que tiene entre 25 y 34 años todavía vive con sus padres.
Esta realidad afecta entre 2 y 2,5 millones de jóvenes, según estimaciones del economista y especialista en el mercado inmobiliario Federico González Rouco, tomando como referencia los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el Indec. Aunque se trata de un fenómeno que se observa en otros puntos del mundo, la estadística argentina duplica al de países como Alemania, Países Bajos o Francia.
“La vivienda es un problema global, porque los millennials y centennials quieren vivir en los centros urbanos y eso dispara el precio de las propiedades en general. Pero que un 40% de jóvenes no pueda emanciparse es mucho, incluso al compararlo con casi cualquier país al que uno se iría a vivir. Si uno nació en los años 80 o 90, no tuvo mucho tiempo para ahorrar: hubo crisis emergentes, crisis globales, recesión, hiperinflación, devaluación, ahora presión sobre el mercado de alquileres. Casi toda su vida vivieron un estancamiento o caída económica y llegan a los 35 años, que es la edad donde uno planifica comprar una primera vivienda, donde se quieren mudar y muchos no pueden”, afirma el economista.
Entre las opciones disponibles, varios bancos emergieron como los más comprometidos con la financiación accesible, principalmente para los más jóvenes. A continuación, se destacan aquellos que ofrecen las condiciones más favorables:
Banco Macro
El Banco Macro se posicionó como el único que tiene una línea destinada particularmente a los jóvenes. Fernando Gómez Sánchez, representante de la entidad, en el marco del seminario de créditos hipotecarios, destacó que la compañía quiere que “todas las personas de todo el país puedan acceder a una vivienda”.
En este sentido, el banco ofrece diversas líneas de crédito, incluyendo opciones para la primera y segunda vivienda.
En particular, la Línea Joven, destinada a la compra de una primera vivienda, está dirigida a menores de 30 años que acrediten su sueldo en el banco y cuenten con sus padres como fiadores. Este programa financia hasta 90% del valor de la vivienda y permite sumar los ingresos de los padres, quienes actúan como fiadores o subsidiarios, aunque la vivienda queda a nombre del hijo.
Los demás requisitos y condiciones:
Bancor
Por su parte, el Banco de la provincia de Córdoba presentó su programa de financiación, que se destaca por ofrecer hasta el 100% de la compra del inmueble, tanto para construcción, ampliación o terminación de viviendas. Esta línea está disponible tanto para parejas como para solteros, y permite sumar los ingresos de los padres de ambos.
El préstamo inicial es de $17.000.000 (20.000 Uvas), con una cuota cercana a los $115.000 y con ingresos requeridos de $470.000 de todo el grupo familiar.
Requisitos y condiciones: