Dos minutos de retraso respecto del puntilloso programa oficial. Con esa “demora” comenzó el número inicial de la primera velada de las tres que tendrá el Festival Nacional de Tango en su fin de semana definitivo. Ese es el nivel de detalle que maneja este encuentro, en verdad un cierre de la Experiencia Tango que invade la ciudad serrana cada julio y que en su estreno volvió a ser una fiesta.
Música
Grilla actualizada. Festival Nacional de Tango de La Falda 2024: todo listo para una edición con sabor a historia
Desde las 20 de este sábado, y hasta cerca de las 2, la edición número 40 del encuentro celebró su primera jornada en esta versión XL que incluye una noche extra y también celebra el camino recorrido por este festival iniciado en 1965 y consolidado como expresión anual desde 1999.
En medio de una noche fría y lluviosa de un invierno particularmente crudo (“Si hasta el cielo se ha puesto a llorar”, dice Garúa), el anfiteatro lució a medias en el inicio de las actividad pero se fue completando con el correr de la noche. Aunque no estuvo a sala llena como en otras ocasiones, el clima de festejo no faltó a la ocasión.
Luego de la presentación oficial de esta edición especial, y tras la primera pasada del ballet La Juntada (a cargo de las aperturas desde 2016), el escenario comenzó a calentar motores y a recibir el habitual desfile de talento que expone este, “el festival de tango más antiguo del mundo”.
Con actuaciones de consagrados como Lucila Juárez o Guillermo Fernández, encargado de cerrar la noche, junto a nuevas voces como la de Milagros Amud; con proyectos como la Orquesta Escuela Municipal de Tango o la Orquesta Provincial de Música Ciudadana y homenajes a Rubén Juárez, Chico Novarro, Eladia Blázquez o Jorge Arduh, la primera gala festivalera fue realmente eso: una gala en el mejor de los sentidos. Y como cada año, también mostró esa cuota de sorpresa y emoción que convierte al festival en un encuentro musical como pocos.
A continuación, un repaso por los principales acontecimientos ocurridos en la primera velada del Festival Nacional de Tango 2024:
Juventud, divino tesoro
Oriunda de San Miguel y con sólo 18 años, Milagros Amud subió al escenario y se llevó el primer pedido de “otra” que no puedo ser cumplido. La joven cantante mostró una impronta decidida y alumbró un conocimiento del tango que llama la atención para alguien de su edad. Luego de Contame una historia, de Eladia Blázquez, abogó por “nuevas voces y nuevas composiciones” y presentó “un tango casi nuevo”, Acuérdate de mí, de Aldo Escobar, con el que se confirmó como una cantante con un horizonte de crecimiento evidente.
Más adelante, otro adolescente, Gabriel Sosa, tuvo una noche inolvidable con sólo tres temas interpretados. Como ganador del Certamen de Voces, deslumbró con su estilo gardeliano y aflojó a todos con la ternura de sus nervios. Su versión de Remembranza quedará en la memoria de quienes vieron (y escucharon) a ese chico cantar como si estuviera jugando en el patio de su casa.
A toda orquesta
Otro de los platos fuertes de la primera noche fue triple y con sabor a épica. Primero, la Orquesta Provincial de Música Ciudadana volvió al festival con dedicatoria especial para el fallecido periodista Américo Tatián (su sobrino nieto Gaspar es bandoneonista de la formación) y para los trabajadores de los SRT. Los cantantes Gustavo Visentín y Mery Murúa fueron un aditivo central al ensamble que forma parte de los elencos estables de la provincia y la reciente ganadora de un premio Gardel lanzó un conjuro sobre el auditorio al interpretar El corazón al sur.
Un rato más tarde, la Orquesta Escuela Municipal de Tango de La Falda volvió a emocionar con su síntesis de tradiciones varias y vocación de futuro. Y ya en la recta final, la orquesta típica dirigida por Víctor Lavallén (con el destacado cantante Alfredo Pitti) se ganó otro de los contados bises de la noche.
Música
La Falda, una “ciudad tango” que siembra las bases de una nueva generación de artistas
Tres homenajes en uno
Otra artista que aprovechó inmejorablemente su actuación en el festival fue Lucila Juárez. La hija de Rubén, que se hace llamar ‘La Juárez’, homenajeó a su padre y también a otras dos figuras tangueras conectadas con el bandoneonista cordobés: Eladia Blázquez y Chico Novarro. Junto a su trío, la cantante se paseó por un repertorio de clásicos y recordó a tres estandartes del tango canción con fragmentos audiovisuales y versiones “al hueso” (como las de Mi bandoneón y yo o Cuestión de ganas).
Además, Juárez se salió del libreto festivalero que exige conciertos sin demasiadas pausas y se dio un tiempo para hablar con el público, pedir aplausos y soltar un “Viva el tango” que fue respondido con ganas desde la platea. Se ganó el bis y también el aplauso final junto a sus músicos. Y también le agradeció a su mamá por permitirle incluir el icónico bandoneón blanco de su papá.
La Falda, “ciudad Tango”
En su 40ª edición, el festival faldense ratificó su sentido de pertenencia entre la comunidad local. Primeramente, a partir de una tendencia sostenida en las últimas ediciones: la Orquesta Escuela Municipal, su director Mauricio Martínez y la bandoneonista Lisette Grosso (que también forma parte de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana) tienen el estatus ganado de figuras y su presencia multiplicada en el escenario los confirma una y otra vez como tales (Martínez y Grosso son parte del trío estable del evento).
Luego, gracias a otra decisión en materia cultural, que es la de generar un museo propio para sus fiestas populares. Uno de los pianos de Jorge Arduh, “fantasista del teclado” fallecido en 2023, fue donado por la familia del músico para que sea parte de esa colección.
Grandes valores
María José Mentana (acompañada por el piano de Oscar De Elía y el saxo de Bernardo Baraj) inició el tramo final de la noche con una actuación que tuvo un significativo eco en la platea. La cantante, que supo actuar en los primeros años del festival siendo una niña, se ganó el cariño del público a partir de una serie de clásicos arreglados para un formato distintivo. También protagonizó un blooper de la organización: los animadores le pidieron otra por la efusividad del público pero finalmente tuvieron que dar marcha atrás. Mentana no se hizo problema y compartió un fragmento de El día que me quieras a capela junto al público.
Después del último segmento de baile, otro talento descubierto en Grandes valores del tango le puso el broche de oro a la primera jornada. Guillermo Fernández compartió buena parte del repertorio que grabó en El cantor de tangos, disco grabado junto a una orquesta de 16 músicos con el que ganó un premio Gardel este año. Ese mismo material (con joyas como Desencuentros o su favorita, Volver) lo llevó a cerrar la primera noche del festival de La Falda con un pedido acorde al espíritu del encuentro: que no se apague “la llama viva del tango federal”.
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