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Las fintech, un sector en ascenso que aún no tiene techo

El crecimiento de las fintech en Argentina no sólo es vertiginoso, sino que todavía parece lejos de tener un techo. Su punto de apoyo principal es la estrategia de ofrecer financiamiento a los segmentos de la población que están fuera del crédito tradicional.

Según datos de la Cámara Argentina Fintech, siete de cada 10 argentinos son usuarios de estos servicios. Unas 300 firmas integran la mencionada entidad empresarial, cuando en 2022 eran 240. El sector es responsable de 34.350 puestos de trabajo directo –10% más que en 2022, pero creciendo al 40% anual desde 2017– de los 45,2% están ocupados por mujeres y 1.697 empleos están en Córdoba, de acuerdo con datos al cierre de 2023.

El desarrollo cada vez más acelerado del crédito digital aparece como uno de los factores principales que explica el crecimiento del sector fintech.

Datos del primer cuatrimestre de 2024 del Informe de Crédito Fintech, que elaboran en forma conjunta el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y la Cámara, indican que existen 5,65 millones de personas titulares de un crédito fintech en Argentina, de las cuales 390 mil se sumaron en el primer trimestre de 2024. Asimismo, el 41% de los tomadores de estos préstamos (2,3 millones de personas) no tienen otros productos de crédito en el sistema financiero.

Lo cierto es que el sector fintech continúa desandando un sendero que hasta los mismos bancos deben seguir, con sus propios productos digitales, de modo de no quedar fuera de las nuevas tendencias.

Contexto y crecimiento

Mario López, presidente de la Cámara Argentina Fintech, enmarca este panorama en un contexto más favorable para las empresas, no sólo de tecnología, por la existencia de un marco regulatorio más flexible. Esta situación, según su punto de vista, permite al rubro llegar a más usuarios y distribuir más productos financieros.

“Todo el ecosistema, que viene invirtiendo mucho en tecnología y en productos basados en entender la problemática del usuario final, tiene actualmente un activo tecnológico y son empresas muy eficientes, porque hay que serlo para subsistir en Argentina. Entonces, cuando empiezan a mejorar los indicadores económicos del país, están las herramientas para acelerar y distribuir”, analiza el directivo.

Asimismo, López destaca que la Cámara Fintech pudo generar una agenda común con el Banco Central, entendiendo los riesgos que puede generar un ecosistema nuevo. “Estoy muy contento por los vínculos que están afianzando el mundo público y el mundo privado en pos de construir algo sustentable y mirando al mediano y largo plazo”, añade.

Por su parte, Juan Pablo Bruzzo, CEO de Moni, comenta que la tendencia a lo digital es ineludible, lo cual impacta de lleno también en las entidades bancarias tradicionales. “Muchos de los bancos tienen realmente una usabilidad muy buena que han ido corrigiendo; por ejemplo, en sus formas de ofrecer los productos, y hoy tienen productos digitales muy buenos”, asegura el referente.

A su turno, Nicolás Alsina, Head of Credit en Naranja X, menciona varios motivos para este afianzamiento de las fintech. Entre los principales, destaca el acceso, ya que se apunta a un segmento muy amplio de la población; en segundo lugar, la facilidad y la simpleza para acceder al crédito, ya que solamente se necesita un celular, el documento y una selfie para lograr un préstamo; y en tercer lugar, una mayor seguridad, lo que hace que cada vez más personas se animen a hacer transacciones de manera electrónica.

Las fintech desarrollan nuevas formas de financiar las compras de personas que no están bancarizadas. (Unsplash)
Las fintech desarrollan nuevas formas de financiar las compras de personas que no están bancarizadas. (Unsplash)

Una vara más alta

Según Bruzzo, si un usuario puede no hacer cola para pagar, no ir a una sucursal física para pedir un crédito y no está obligado a sentarse con un asesor para evaluar un seguro, seguramente optará por lo digital, lo cual lo lleva a vaticinar: “Si tenemos en cuenta el crecimiento de individuos nativos de la tecnología, la mejora en los productos y la ampliación de las alternativas digitales, no me cabe duda de que en un par de años las sucursales bancarias van a ser casi anecdóticas”.

El CEO de Moni opina también que “uno de los grandes puntos a favor de las fintech no es solo haber crecido y generado inclusión, sino también haber levantado la vara para que los bancos tengan que modernizarse y ofrecer productos digitales, porque es lo que los clientes quieren y necesitan”.

Al respecto, López ve en la actual coyuntura la ocurrencia de un proceso de madurez en el que la industria, tanto las entidades financieras tradicionales como el ecosistema fintech, está aprendiendo a colaborar, a competir y a construir una infraestructura donde la torta no sea la misma. “En vez de estar peleando por una misma tortita, la idea es que el proceso desemboque en que la torta sea cada vez más grande, porque todos buscamos lograr un negocio sustentable, y el camino es encontrar esas diagonales”, grafica el titular de la Cámara Fintech.

Para Alsina, hoy lo que marca la diferencia es la experiencia que se les brinda a los usuarios. “Cuando las personas se sienten cómodas, sienten que operar es sencillo, cada vez se acostumbran más a esa forma de transaccionar; y, por lo tanto, las entidades que no están aggiornadas lo tienen que hacer obligatoriamente para no perder sus clientes”, comenta.

Los desafíos por delante

Más allá del crecimiento que experimentaron en los últimos años, las empresas fintech deben todavía reacomodar sus actores y dar la lucha contra uno de sus principales enemigos: el fraude.

“Uno de los grandes temas para trabajar tiene que ver con cómo fue evolucionando el fraude, no solo desde el punto de vista del viejo cuento del tío, sino con sus variantes tecnológicas actuales”, alerta López.

Según el referente, el fraude se ataca con estrategias en 360º y uno de los ejes principales es la educación financiera. Precisamente, esta formación debe hacer frente al reto de hallar la ecuación ideal tanto para un joven de 16 años, que empieza a generar sus primeras herramientas financieras, como para un usuario de 80.

López destaca que para lograr el objetivo de mayor seguridad es importante desarrollar productos adaptados a las distintas formas de vincularse con el mundo financiero tecnológico que tienen los diferentes usuarios.

Respecto de la lucha contra el fraude, Bruzzo manifiesta que la situación es similar a cuando se comenzaron a usar los cajeros automáticos y aparecieron los lógicos recelos de seguridad para su operación. “Si las compañías digitales hacen las cosas bien, el riesgo está muy mitigado, y claramente el beneficio es mayor que el potencial perjuicio”, sentencia el referente.

Para ello, Bruzzo recuerda que el único camino es cumplir con las buenas prácticas, tanto desde el lado del usuario, con un uso responsable de las herramientas tecnológicas, como del lado interno de las propias plataformas financieras.

En el caso de Alsina, el referente de Naranja X asegura que el nivel de fraude es casi nulo y de los más bajos de Latinoamérica, debido a las herramientas de la aplicación que aseguran que la persona que está transaccionando es quien dice ser. Además, existen herramientas de inteligencia artificial que detectan cuando hay movimientos inusuales en la cuenta de un cliente, “lo que también nos ayuda a descubrir esos movimientos de manera temprana y poder prevenirlos”, destaca.

¿Hay un techo?

El ascenso del sector no esconde que todavía hay mucho camino por recorrer. “Hay mucho por hacer. La educación, las universidades, las escuelas y el gobierno pueden aportar herramientas para retener o atraer inversores”, señala López.

Además, añade que hoy existen fintech detrás de las cuales hay grupos económicos financieros, pero también hay grupos económicos de retail o hay grupos económicos de otras industrias, como ser el agro y el mundo emprendedor. Pero, además, hay participantes con distintos niveles de madurez; por ejemplo, no es lo mismo un founder, que ya tiene su tercera experiencia como emprendedor, que alguien que está saliendo de la secundaria y está haciendo sus primeras armas.

Por su lado, Bruzzo habla del factor tiempo. Hoy, en las empresas financieras tecnológicas la opción del crecimiento es mucho más rápida. “Una vez que se empieza a entender el sistema y el producto o la propuesta de valor, la capilaridad se vuelve muy rápida, esa es la tendencia”, señala.

El referente amplía que hoy todos los productos financieros son mejores, más fáciles y cada vez más digitales. “Se puede hacer una oferta mejor, más personalizada, al usuario. Cuando el punto de contacto es digital, vos sabés más del cliente que lo que sabrías si ese cliente fuera a una sucursal física. Eso ha cambiado mucho y todavía estamos en los primeros pasos”, subraya.

Alsina, por su lado, opina que si existe un techo, está muy lejos todavía. “Tenemos uno de los niveles más bajos de penetración del crédito privado sobre PIB de toda la región, con lo cual hay mucho por crecer. Además, tenemos todavía una economía informal muy grande, por lo que nuestras herramientas van haciendo que las personas puedan introducirse en el sistema, con lo cual todavía queda muchísimo camino por recorrer. El techo todavía está muy lejos y quedan muchos años de crecimiento”, coincide el referente.

El auge del crédito digital

Más allá de las más de cinco millones de personas titulares de un crédito digital en Argentina, el último Informe de Crédito Fintech también muestra otros indicadores por demás llamativos.

Con datos del primer trimestre de 2024, revela que el total de créditos vigentes del sistema financiero (incluyendo tarjetas, préstamos personales, prendarios, hipotecarios, entre otros) alcanzó los 34,6 millones de operaciones en marzo último, por lo que los créditos fintech representaron el 17,3% del share del mercado.

Asimismo, el saldo promedio de crédito digital alcanzó los $ 110 mil, a la vez que es otorgado en su mayoría a personas físicas, y solo hay 3.800 clientes que son personas jurídicas.

Con relación al perfil de los clientes, los financiamientos fintech continúan mostrando el mayor porcentaje de mujeres, con un 53,5%. En cuanto a la edad, los jóvenes de entre 18 y 29 años representaron el 36,8% sobre el total de clientes, 0,6% sobre la medición del cierre de 2023.

Finalmente, la calidad de la cartera fintech mostró 74,9% de créditos en situación normal, 12,9% con algún tipo de retraso y 12,1% en situación de incobrabilidad.

López aprecia en estos números una gran oportunidad. “Está tan bajo el rubro préstamos en el país, que todo lo que las fintech de lending (todos los productos y servicios financieros relacionados a créditos) puedan ayudar a distribuir esos productos va a ser un ancla para un montón de personas de distintos niveles sociales y económicos”, indica.

El titular de la Cámara observa en la actualidad un cambio en las tendencias tradicionales que requiere un proceso de transición, en el cual el lending como producto financiero es una herramienta que puede permitirles a algunos crecer y competir, a otros buscar un modelo más sustentable y a otros subsistir.

En tanto, Bruzzo contextualiza la situación en el “bajísimo ratio que existe en Argentina de crédito sobre el PIB, que está más o menos en el 8%, muy por debajo de países parecidos a nosotros”. Precisamente, considera que el crédito es un requisito importante para salir de la crisis actual y que lograr ese objetivo está relacionado a tener variables macroeconómicas más estables.

A la vez, menciona que el crédito digital, como lo ha demostrado en los últimos años, fue también muy importante en lo inclusivo, al permitir que individuos puedan acceder a créditos a los que antes no podían llegar, aunque “todo esto debería ser cinco o 10 veces más grande de lo que es”.

Bruzzo pone sobre el tapete también que el crédito digital ha tenido un impacto muy grande sobre todo en los préstamos para el consumo, pero todavía existen muchas más verticales para desarrollar, como los créditos hipotecarios y para las pymes, por ejemplo.

Sobre las pymes, Alsina asegura que las pequeñas y medianas empresas son uno de sus clientes principales. “Sabemos que el crédito para las pymes es clave para que puedan potenciar su negocio, con lo cual tenemos una línea que, por el momento, apunta a personas físicas que tienen su actividad independiente. A ellas les estamos ofreciendo una propuesta de crédito para que, justamente, puedan potenciar sus negocios”, cierra el referente de Naranja X.

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