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Cultura Itinerante 2024: cinco hitos de un festival que parece haber llegado para quedarse

Cuando este domingo el reloj marcó las 0.30 y el final del show de Usted Señalemelo se superpuso con el comienzo de la presentación de Él Mató a un Policía Motorizado, la segunda edición del festival Cultura Itinerante entró en su recta final sabiendo que todo estaba “más o menos bien”, como cantaría un rato más tarde Santiago Barrionuevo.

Es que en esta versión “modo invierno” del encuentro que se inauguró en Quality en 2023, el evento logró algo fundamental para cualquier marca: instalarse como sinónimo de un buen momento compartido.

Nonpalidece, uno de los grupos que se presentó en el escenario principal de Quality, bautizado
Nonpalidece, uno de los grupos que se presentó en el escenario principal de Quality, bautizado «Bajo cero». (Nicolás Bravo / La Voz).

Esa fue la sensación general que dejó el evento que copó las instalaciones del polo educativo y de entretenimiento de la zona sur. Desde temprano, con la apertura a cargo de Juan Ingaramo, su teclado y su corista, contó con una concurrencia nutrida que se acercó a degustar de una grilla con momentos e intensidades para todos los gustos, literalmente.

Con el correr de las horas pasaron por los tres escenarios Rayos Láser, Tomás Blanch & The Groovers, Natalie Pérez, Agarrate Catalina, Nonpalidece, Prizzilla. Marilina Bertoldi, Wanda Jael, La Beriso, Usted Señalemelo y Él Mató a un Policía Motorizado.

La decisión de programar proyectos muy diversos (desde una murga hasta una megabanda de reggae o una solista pop) fue más que acertada si se tiene en cuenta la postal que se vio entre el público: familias, grupos de amigos, parejas de diversas edades y hasta niños y adolescentes en las primeras filas.

Celulares en alto durante el show de La Beriso. (Nicolás Bravo / La Voz).
Celulares en alto durante el show de La Beriso. (Nicolás Bravo / La Voz).

Con más de 7 horas de shows ininterrumpidos que cumplieron casi con exactitud los horarios previamente anunciados, el evento se desarrolló sin mayores inconvenientes. Además, planteado como un festival de escala mediana, Cultura Itinerante mostró que Quality y sus dos escenarios (Espacio y Arena) pueden albergar propuestas de este tipo con grandes ventajas en términos de comodidad.

A continuación, cinco momentos definitivos de la segunda edición del festival que se llevó a cabo entre la tarde y la noche de este sábado.

Rayos Láser. Después del set inaugural de Ingaramo, que funcionó como una bienvenida en plan karaoke compartido, llegó el turno del otro crédito cordobés de la grilla central del festival. El trío nacido en Villa María abrió el escenario indoor con un show de gran intensidad y muy p margen para el respiro. “Es el mejor cumpleaños de mi vida”, dijo el cantante Tomás Ferrero al finalizar un show que encontró al grupo (formado por Ferrero, César Seppey y Gustavo “Gringo” Rodríguez y complementado con el baterista Matías Sabagh) en un gran momento. Eléctricos en su máxima expresión, los Rayos hacen gala de un power-pop con armonías y distorsión en el que la base rítmica se convierte en guía para que la banda suene “con los tapones de punta”. El final con Ya me hiciste mal, un hit para toda la vida, fue para enmarcarlo y colgar un cuadrito.

Agarrate Catalina. En la previa, la murga uruguaya era el número más particular de la programación y resultaba llamativo en relación con los otros artistas convocados. Sin embargo, desde el primer instante de su actuación, el ensamble rioplatense aportó un color definitivamente único, capaz de atraer en el acto a quienes nunca estuvieron en un tablado del carnaval uruguayo. Humor, voces orquestadas, picardía y reflexión en altas dosis a través de un espectáculo que vincula teatro, música y sátira de la actualidad, de eso se trata. Y en un contexto de festival rock/pop, la actuación de la murga fue una especie de hechizo que dejó embobado a buena parte del público y cerró con un momento muy especial. Luego de terminar su lista, los integrantes de la agrupación bajaron del escenario cantando y se metieron entre el público para coronar su presencia con un entrañable momento a capela.

Marilina Bertoldi. Si Natalie Pérez se llevó una ovación luego de su paso por el escenario principal, lo de la ganadora del Gardel de Oro 2019 fue directamente una misa rockera que congregó a fieles y curiosos. A diferencia de la cantante pop, la santafesina se presentó sin su banda habitual pero en formato dúo, junto a su baterista de confianza (Edu Giardina). Esa elección no fue sólo una cuestión operativa, sino también una puerta abierta a una propuesta en la que Bertoldi reversiona buena parte de su repertorio más reciente, con foco principal en Mojigata y con algunas pistas de lo que puede venir más adelante en su búsqueda. La puesta escénica y lumínica, sencilla pero distinguida, también estuvo entre las más logradas de todo el festival y aportó definitivamente a un show de esos que se siguen comentando con el paso de los años. El único detalle: su show se superpuso con el de Wanda Jael, que debería haber sido programada en otro momento.

Usted Señalemelo. El grupo mendocino actuó a las 23.30, en el pico de concurrencia del evento, y con un Quality Espacio repleto (incluyendo sus gradas centrales). Aunque por intensidad y ejecución podrían haber cerrado el festival, el show del trío formado por Lucca Beguerie Petrich, Gabriel “Cocó” Orozco y Juan Saeig brilló por su contundencia a nivel audio y por una banda que, ampliada a quinteto, suena como pocas otras a nivel continental. Lo de Usted Señalemelo es amor a primera vista para quien disfrute del rock de guitarras y la psicodelia y de la canción con un toque de experimentación. Aunque Saieg tuvo algunos vicios hardcore a la hora de cantar, la banda confirmó que Tripolar le hizo muy bien a su repertorio con joyas como Salto al espacio o Las flores sangran. También se dieron el gusto de estrenar en Argentina la potente X siempre, lanzada en mayo. Mención especial para las visuales y las luces, a tono con el poder onírico de la música de la banda.

Él Mató a un Policía Motorizado. Difícilmente una banda pueda alcanzar algún tipo de logro imitando el modo de interacción que tienen los platenses con su cada vez más numeroso público. Sin embargo, el nivel de conexión que generan las canciones de Santiago Motorizado y compañía es inversamente proporcional a lo que transmiten sus integrantes a la hora de tocar en vivo. Convertidos en clásicos para una generación posterior que los conoció a partir de La síntesis O’Konor y los canonizó con el fundamental Súper terror, los Él Mató sólo tienen que tocar para que su público sea feliz, cante a los gritos y haga pogo incluso en cámara lenta. Más o menos bien, El tesoro, Chica de oro, El mundo extraño, Medalla de oro o Tantas cosas buenas fueron algunas de las canciones con aroma a inmortalidad que sonaron en el comienzo de la madrugada. Cuando la banda se despidió con su parsimonia habitual y sin pirotecnia alguna, el trabajo ya estaba hecho. Las caras en el público dibujaban la mueca final de una tarde-noche triunfal. Una que augura reencuentro para 2025.

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