Después de avanzar con los capítulos de la Ley Bases destinados a privatizaciones y reforma del Estado, y también con los contratos de obra pública, el Gobierno reglamentó este viernes el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
Según se destaca en los considerandos del Decreto 749/2024, publicado en el Boletín Oficial con la firma de Javier Milei, Guillermo Francos y Luis Caputo, el RIGI, uno de los puntos más controvertidos, es “una herramienta para atraer inversiones significativas para la economía nacional, que de lo contrario no se desarrollarían”.
El documento sostiene, además, que permitirá que Argentina “asuma nuevamente la condición de proveedor mundial de bienes y servicios en condiciones de calidad y competencia y, a través de ello, contribuir a la prosperidad y el progreso de la Nación”.
El Gobierno explicó también que, entre los objetivos prioritarios del RIGI, está “generar las condiciones de previsibilidad, estabilidad y competitividad necesarias para atraer Grandes Inversiones”, y que se encuentra destinado a que las «inversiones se concreten mediante el adelantamiento temporal de las soluciones macroeconómicas de inversión sin las cuales determinados sectores no podrían desarrollarse con el dinamismo deseado”.
En ese marco, el Artículo 1° de la normativa estableció la «aprobación de la Reglamentación de los artículos 164 a 228 del Título VII – Régimen de Incentivo para Grandes Inversores (RIGI) de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos Nº 27.742, la que, como ANEXO (IF-2024-90250146-APN-SPEN), forma parte integrante del presente».
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