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Macri: el outsider que condiciona a Javier Milei

El PRO es un emergente de una crisis. No de la 2001, sino de una que dejó muchos más muertos en las calles: 194 niños, adolescentes y jóvenes asfixiados y quemados en República de Cromañón en diciembre de 2004.

Ocho meses después, Mauricio Macri fundó el partido que lo llevó a gobernar la ciudad de Buenos Aires durante ocho años y a ocupar la Presidencia cuatro más, un exitoso periodo de 12 años que inició como outsider y que finalizó como socio del centenario partido.

Con el PRO bajo su mando, Macri mantiene incidencia legislativa en el abanico de la derecha argentina y condiciona a Javier Milei en el Congreso. Presa de la escasez de bancas, el jefe de Estado está obligado a negociar con Macri.

Marina Llao, que es experta en emociones reactivas en el lazo político (su tesis doctoral en Conicet), interpreta que “la audacia de Macri fue cómo ordenó la oferta política opositora luego de 2005″, cuando la oposición se presentó fragmentada en un archipiélago de sellos.

“En 2009 el escenario hegemónico del peronismo cambia, Néstor Kirchner pierde la elección en la provincia de Buenos Aires, y desde entonces y de manera continua Macri interpreta el sistema de partidos de derecha, concetrándolo”, dice Llao.

Y agrega: ”Esa construcción llega al Gobierno en 2015 y se termina de consolidar en 2017, con una elección de 40 puntos”. Entonces, “el PRO de Macri es el ordenador del antiperonismo parlamentario”, dice Llao.

En ese juego en el que Macri aparece con ese rol estratégico y ordenador del Gobierno en el Congreso, “los (diputados radicales) díscolos son los que no acompañaron el veto”.

“Está claro que Macri mandó a votar a favor de la ley de movilidad jubilatoria y luego, tras negociar, mandó a votar el veto a la misma ley: fue una demostración de poder, que él tiene el toma y daca con Milei y que es quien sostiene el DNU 70 y le dio al Gobierno la Ley Bases, ambos triunfos legislativos que se dieron por el sector que organiza y ordena Macri”, dice Llao.

¿Crisis a la vista?

No está claro en el radar que pese al deterioro de las condiciones socioeconómica surja una crisis con la potencia que tuvo la de 2001 en la reconfiguración del sistema de partidos políticos.

Los datos son claros: una pérdida de casi 136 mil puestos de trabajo formales en el sector privado tras 10 meses de caída de la actividad, una inflación que no cede y una pobreza que afecta al 52 por ciento de la población (y la indigencia al 17,9 por ciento). Estos últimos valores son los más altos desde 2004.

La politóloga Paola Zuban, titular de Zuban Córdoba & Asociados, consultora que mide de manera permanente el humor social, advierte que “el contexto de 2024 es diferente al de 2001: si bien, nuevamente es la clase media la más golpeada por las medidas del Gobierno, no parece tener reacción aún, al menos no a salir a la calle con las cacerolas”.

El Gobierno busca acercarse al PRO de cara a las legislativas de 2025.
El Gobierno busca acercarse al PRO de cara a las legislativas de 2025.

En el informe que la consultora publicará este domingo hay dos datos que muestran este clima de época: el 69 por ciento de los consultados considera que las medidas de Javier Milei favorecen principalmente a los ricos, y un 59 por ciento dice que seguirá bancando a Milei aunque la inflación no baje.

En este marco, Zuban agrega un punto central para el análisis: ”En 2001 no existían los planes sociales y eso ha hecho una gran diferencia hoy, ya que el Gobierno ha mantenido los más emblemáticos”, y ha aumentado de manera sostenida los montos de la Asignación Universal por Hijo (64.807 pesos por beneficiario), la Tarjeta Alimentar (108.062 pesos con tres hijos) y las becas Progresar (35 mil pesos por beneficiario).

Las dudas respecto del ordenamiento de la oferta electoral a futuro es si habrá dos polos (el peronista y el que se opone a aquel); si será posible la irrupción de un tercer actor desde el centro ambivalente, el espacio donde quiere estar Juan Schiaretti: o si bien se regresa a un esquema de archipiélagos electorales como el que llevó a Néstor Kirchner a la Presidencia.

En la primera tesis, los líderes parecen más claro: Milei y Macri. En el escenario de tercios, en cambio, no hay un jefe claro. El tercero implicaría una implosión.

“El escenario está muy abierto y alejado de la razonabilidad”, dice al describir las acciones del PRO, de la UCR y de las fracciones del peronismo que, ubicándose en la narrativa del centro, “se mueven para donde va el viento”, dice Llao refiriéndose a Innovación Federal, otro de los sub bloques filo peronistas que cambió el voto (se abstuvo) en el debate por el veto a la ley jubilatoria.

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