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Militantes del Clímax y su Nueva sangre: sosteniendo el groove con espíritu visual y colectivo

Funk bailable, rimas picantes, monólogos surrealistas y guiños futboleros, todo esto impregnado por un delicioso groove y espíritu colectivo. Esa es la propuesta de Militantes del Clímax, la banda-orquesta que está cumpliendo 15 años con esta impronta muy original y prácticamente única dentro de la escena de la música argentina.

Seis años pasaron desde la salida del último disco larga duración de “los Clímax”, tal como los llaman sus seguidores. El lanzamiento de Nueva sangre, un video álbum exquisito y delirante que fue publicado hace algunas semanas, es la excusa perfecta para que este supergrupo de entre 12 y 20 integrantes (de acuerdo a la ocasión) salga de gira y llegue a Córdoba. Será el viernes 29 en Club Paraguay, donde prometen una verdadera y postergada “joda”, uno de los códigos que pregonan para sus explosivos shows en vivo.

“Córdoba es un lugar al que hemos tratado de ir siempre, pero ahora hace un buen tiempo que no vamos, tenemos una deuda. Así que estamos con mucha ilusión de encontrarnos con gente y artistas que hemos conocido durante estos 15 años”, introduce Benjamín Gutiérrez, más conocido como “El Auelo”, cantante principal y autor de las filosas rimas que son un sello distintivo de la banda.

“Contame, si está sonando bien o le faltan graves / Mantengo el funk bajo presión / Contame, si te estás sintiendo bien o te llamo al Same/ Te estoy mirando, me estás mirando”, canta “El Auelo” en el tema que abre Nueva sangre en su versión de audio. ¿Cómo es eso? Sí, es que llamativamente el orden de los tracks es diferente en la versión video que se puede ver en YouTube. Son dos viajes bien diferentes.

“La parte musical del disco era una cuenta pendiente que teníamos. Siempre dependimos mucho de tocar en vivo porque es nuestro sustento como grupo numeroso que somos. Entonces en algún momento tuvimos que tomar la decisión de frenar para poder encarar la grabación, que es un cierre de un montón de temas que estaban dando vueltas y otros que surgieron en el proceso, incluso probando otras formas de laburar y de producir. Creo que se nota, hay una nueva búsqueda”, cuenta Gutiérrez.

Luego, se explaya sobre el audiovisual que trabajaron junto al realizador Pablo Rojzman, integrante de la productora Fardo y responsable también de los videos álbumes de NAFTA.

“Fue un poco inesperado para nosotros mismos porque en realidad la idea inicial era hacer algo para un tema nomás. Se juntó Pablo con Franco Bersi, que es quien se ocupa de toda la parte escenográfica y los monólogos, y como son muy creativos, fueron surgiendo ideas y en un momento se encontraron con mucho material. Entonces dijimos, ¿por qué no hacemos algo para cada tema? Ahí se embarcaron en una odisea, porque el presupuesto no era acorde a lo que se ve finalmente en la pantalla. Le pusieron mucha cabeza y con la ayuda de gente amiga que participó en el rodaje, la creación de toda esa escenografía y elementos que tiene el video, lo terminaron convirtiendo en algo cinematográfico. El resultado final es increíble y nos da mucho orgullo”, asegura.

NAFTA entre sus filas

La particularidad de Militantes del Clímax es que además de la mencionada participación de Rojzman, cuenta entre sus filas con cuatro músicos que son también integrantes clave en NAFTA, la banda de neo-soul que tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años y se convirtió en un verdadero fenómeno. Ellos son: Magamo (Matías García Molinari) en guitarra, An Espil en voces, Tomy Sánchez en batería y Simón “Groover” Grunblatt en teclados.

“Son clave en la banda. Como todos en realidad, porque los Clímax es un proyecto bien colectivo. Las decisiones las tomamos entre todos. Nuestra postura es que nada se puede forzar, creo que incluso como en NAFTA mismo. En ese sentido, creo Mati y Simón canalizaron allí muchas ideas musicales que tenían ganas de explorar y el fenómeno se dio porque es muy bueno, la gente conecta un montón porque está muy bien hecho”, sintetiza “El Auelo” sin ningún tipo de ánimo de comparar sino más bien de complementar.

“Happening” escénico

Una de las características de la banda es la propuesta escénica en los shows en vivo, algo que volvieron a ratificar en la reciente presentación en el teatro de Flores. ¿Cómo nació esta idea de suerte de happening? “Siempre lo cuento, porque la verdad que fue muy natural. Nos alineamos detrás de Franco Berti, que es quien despliega allí todo su amor por el teatro, la escena. No fue algo buscado, sino que simplemente era uno de los amigos que estábamos en el grupo inicial, que nos juntábamos a tocar en una casa”, narra Gutiérrez.

“No teníamos ni siquiera la ambición de hacer una banda ni nada, sino de zapar y pasarla bien. Cuando apareció el primer show, él armó algo para esa fecha, una intervención. Entonces ya quedó en el mood de la banda. Después fueron apareciendo un montón de personajes, los disfraces y todo un mundo que se fue desplegando”, agrega.

El rap como bandera

“El Auelo” tiene una destacada trayectoria dentro de la escena del hip hop argentina. Primero en su juventud en San Martín de los Andes, donde junto a otros compañeros dejó una huella para un género que recién surgía tímidamente a principios de la década de 1990.

Luego, ya en Buenos Aires, es parte de un ambiente más “vieja escuela” y lejos del mainstream, justo cuando los jóvenes de hoy son protagonistas de algo sin precedentes para el género. ¿Cómo vive toda esta evolución y explosión?

“Me encanta ver que hoy todos los pibes rapean y que es algo totalmente presente. Pero bueno, yo tengo mis raíces y me gusta hacerlo de la manera que me sale a mí. También está bueno que haya pibes a los que también que les guste, les interese y les inspire también a hacer algo distinto, digamos”, señala.

“Disfruto mucho que el público nuestro se siga renovando con los años, porque obviamente los que venían a vernos cuando nosotros arrancamos hace 15 años, hoy están en otra situación y por ahí no te vienen a ver”, asegura.

Y luego suma: “Soy muy consumidor del rap y soy muy fan de los raperos, hasta de los que hacen estilos que por ahí no tienen nada que ver conmigo. No soy tanto del freestyle, no curtí las batallas. Pero la verdad es que tengo buena onda con muchos de los de vieja y nueva escuela. Hemos compartido escenarios con muchos de ellos. Wos estuvo alguna vez cuando arrancaba, aunque no quiero nombrar a algunos porque sería injusto. Me encantaría hacer algún disco o proyecto con feats en los que haya otros raperos. De hecho ya lo propuse, pero hay que ir paso a paso”.

La Mona, un ícono

Un detalle que llama la atención al comunicarse con “El Auelo” es la foto de perfil en el WhatsApp, que no es otra que una imagen de Carlos Jiménez con las manitos al costado de su cara. ¿Qué onda con La Mona? “Para mí es una bestia. Como referente de la música me parece uno de los más grandes que hay acá, por la constancia, la cantidad de laburo, de obra… Es fenómeno cultural, una marca personal incomparable con ninguna otra”, resume.

“Ojo, tampoco soy cuartetero. Soy más de otro palo, pero lo admiro un montón y por supuesto me encantaría cruzarme alguna vez en un escenario. En cuanto a la foto, una vez fui a comer a un lugar como hace 10 años, me senté en la mesa y tenía la foto de La Mona con la manito así mirándome. Dije ‘esta foto es la mejor de mi vida’, la puse de perfil ese día y nunca más la saqué”, cierra.

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