Tras el reciente estreno del documental sobre la vida y obra de Dabiz Muñoz y la esperada proximidad de las Campanadas, evento en el que Cristina Pedroche siempre deslumbra con su nuevo vestido, todas las miradas están puestas en esta pareja que ha acaparado titulares por su éxito profesional y personal. Sin embargo, las recientes declaraciones de Pedroche han revelado un lado menos conocido de su relación, donde la infelicidad del chef parece ser un punto de tensión importante.
Cristina Pedroche ha tomado la decisión de hablar abiertamente sobre su matrimonio y la complicada situación que atraviesa con Dabiz Muñoz. En el podcast La fórmula del éxito, conducido por Uri Sabat, la presentadora no se ha guardado nada, mostrando una faceta sincera y vulnerable. “Él no es feliz. Solo lo es en momentos muy concretos: cuando corre, baña a la niña o estamos en un restaurante, y eso no mola”, confesó Pedroche, dejando claro que la situación de su marido está afectando no solo a su vida personal sino también a su entorno familiar.
Esta decisión de exponer públicamente aspectos tan íntimos parece estar motivada por la necesidad de abrir un espacio de reflexión y quizá generar un cambio en la dinámica del matrimonio. Pedroche describió a Muñoz como una persona “infeliz y tormentosa” atrapada en una espiral de autocrítica. Además, mencionó cómo esa actitud se refleja incluso en momentos cotidianos, como sentarse a comer en el restaurante del chef: “Siempre señala algo que no está bien, aunque yo no vea ningún problema. Es muy autocrítico, pero llega un punto en el que eso le pasa factura”.
La presentadora también abordó uno de los aspectos más sensibles de su vida familiar: la relación de Dabiz con su hija, Laia. “Muchas veces le digo: ‘Estás sacrificando momentos con la niña por estar en DiverXo’, pero es que es su vida. Está conciliando lo mejor que sabe, pero siempre hay una parte de él que está en el trabajo”. Este comentario revela la lucha constante de Pedroche por encontrar un equilibrio entre la vida laboral y familiar, aunque admite que su esposo avanza “poco a poco y a su manera”.
La franqueza de Pedroche no solo sorprende, sino que también invita a reflexionar sobre cómo el éxito profesional puede repercutir en las relaciones personales. En sus propias palabras, intenta que Dabiz “se refugie en la familia, en nuestra hija, pero lo hace poco a poco y a su manera. De forma egoísta, me gustaría que lo hiciera más”.
Con las Campanadas a la vuelta de la esquina y la atención mediática más intensa que nunca, Pedroche ha demostrado una valentía inusual al exponer su vida personal de esta manera. Habrá que esperar para ver si estas revelaciones son el primer paso hacia un cambio en la relación o simplemente una forma de desahogarse ante la presión de los focos. Por ahora, la decisión de abrirse al público ya ha dejado claro que la felicidad de Dabiz y su familia es una prioridad para ella.