El Pastorcillo Divino ha recorrido en la tarde de este lunes las calles aledañas al convento de Capuchinos en una colorida procesión seguida por numeroso público que ha acompañado en todo momento al titular del Redil de la Divina Pastora.
Puntualmente, la cruz de guía estaba en la plaza de Capuchinos abriendo un nutrido cortejo formado fundamentalmente por representaciones de grupo jóvenes de las cofradías cordobesas.
En cuanto al Pastorcillo Divino ha procesionado en la primera fase de lo que será su nuevo paso sobresaliendo en las esquinas los faroles del Simpecado montados a modo de candelabro arbóreo. En cuanto a la ornamentación ha lucido sobre una dorada peana, mientras que en la parte inferior se han podido ver motivos relacionados con la Navidad, así en el frontal figuraba el Nacimiento y en la trasera los Reyes Magos. El exorno ha quedado completado de un friso de romero y otras variedades así como cuatro jarras de clavel dispuestas en los costeros.
A los sones de la Agrupación musical de El Carpio el Pastorcillo Divino ha ido recorriendo triunfante calles como Conde de Torres Cabrera, Domingo Muñoz, Ramírez de Arellano por donde fue llegando al entorno de la parroquia de San Miguel. Mientras la banda interpretaba la marcha Coronación el paso buscaba la estrechez de San Zoilo para luego dirigirse por la calle Obispo Fitero a Cardenal Toledo, calle engalanada para recibir al Pastorcillo que ha vuelto a levantar los aplausos tras una petalada desde los balcones de una de las casas de esta calle.
Entre «¡viva el Pastorcillo Divino!» y «¡viva la Divina Pastora!», la procesión ha ido llegando a su fin, poco a poco el Pastorcillo ha llegado triunfante a la plaza de Capuchinos poniendo el punto y final a la última procesión del año.