Kinsasa, 9 ene (EFE).- El Ejército de la República Democrática del Congo (RDC), con la ayuda de sus milicias aliadas, recuperó este miércoles el control de la estratégica ciudad de Masisi (noreste), días después de que fuera ocupada por los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), confirmaron a EFE este jueves fuentes militares.
«Estamos en Masisi, recuperando el control y respondiendo a las incesantes violaciones que los soldados ruandeses han cometido aquí», dijo a EFE por teléfono el portavoz de las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC), coronel Guillaume Ngike Kaiko, en referencia al apoyo que brinda Ruanda al M23, confirmado por las Naciones Unidas.
Esta victoria fue celebrada por la población local, que se ha visto desplazada por los combates entre el Ejército y el M23.
«La población está exultante desde ayer cuando la ciudad fue liberada por nuestro Ejército tras expulsar al enemigo, que se encuentra desorganizado», declaró a EFE David Mwisha, el presidente de la sociedad civil de una de las comunas de esta urbe situada en la provincia de Kivu del Norte.
«La situación en estos momentos sigue siendo precaria, ayer vi a mucha gente siendo trasladada al hospital de referencia, donde había muchos heridos debido a los combates», añadió Mwisha.
Además de Masisi, el Ejército congoleño recuperó también el control de las localidades de Gungu, Katale y Lushebere, si bien los enfrentamientos en la zona se reanudaron esta mañana.
Después de fuertes combates entre el M23 y el Ejército, apoyado por las milicias conocidas como ‘wazalendo’ (‘patriotas’, en suajili), que dejaron al menos cuatro muertos y unos 102.000 desplazados según la ONU, los rebeldes tomaron el control el pasado sábado de Masisi, situada a unos 80 kilómetros de Goma, capital provincial que el M23 ya ocupó durante diez días en 2012.
El diputado provincial Alexis Kahunga alertó este sábado en declaraciones a medios locales de que esta escalada de la violencia «está sumiendo al territorio en un grave desastre humanitario».
Estos hechos se produjeron un mes después de que se suspendiera la cumbre sobre el proceso de paz en el este de la RDC prevista para el pasado 15 de diciembre en Angola y en la que debían participar los presidentes congoleño y ruandés, Félix Tshisekedi y Paul Kagame.
Aunque las autoridades ruandesas niegan la presunta colaboración de Kigali con el M23, este extremo ha sido confirmado por la ONU y Kagame ha mostrado su apoyo público a los rebeldes.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con el grupo rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU.
La actividad armada del M23 se reactivó en 2022 después de años de relativa calma y, desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes hasta situarse cerca de Goma, a orillas del lago Kivu.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE