Tamara Falcó, la conocida aristócrata e hija de Isabel Preysler, ha vuelto a aparecer recientemente en los medios después de pasar varios días descansando en un exclusivo resort de México. Junto a ella estuvo su hermano Manolo Falcó, su cuñada Amparo Corsini y otros familiares cercanos, con quienes celebró la Nochevieja antes de regresar a Madrid.
Sin embargo su regreso a la capital no ha sido tan sencillo: como ella misma ha revelado en el popular programa ‘El Hormiguero’ donde colabora los jueves, su regreso estuvo marcado por un inesperado contratiempo.
Tamara ha explicado en tono divertido que la enfermedad que la incapacitó al inicio del año le fue «contagiada» por su esposo, Íñigo Onieva. «Mi abrigo hizo su función, pero el resfriado me lo pegó Íñigo», comentó la hija de Isabel Preysler, haciendo referencia a un impresionante abrigo tipo edredón de Dolce & Gabbana que adquirió durante una escapada a Nueva York.
A pesar de su reciente dolencia, Tamara ha hecho gala de su buen humor y ha relatado cómo la enfermedad le impidió acompañar a su marido a la tradicional comida de Reyes en la residencia de la suegra de ambos: Carolina Molas.
Aunque ella estaba encantada con su compra, la aristócrata ha admitido que no le va a sacar mucho partido al abrigo, ya que las bajas temperaturas de Madrid no son comparables a las de la ciudad de Nueva York.
La enfermedad de Tamara también se ha mencionado como una posible razón para no haber viajado a Miami con su madre y hermanos durante las pasadas Navidades, aunque la marquesa ha evitado confirmar este detalle.
Recuperada por fin Tamara Falcó ha retomado sus compromisos profesionales y fue vista en solitario este fin de semana en el aeropuerto de Madrid, con un look informal y una gorra negra. En su breve intervención, la aristócrata ha confirmado que se encontraba «mucho mejor» y ha evidenciado que su resfriado ya es cosa del pasado.