El Salvador ha dado un giro de 180 grados en su política monetaria al retirar al Bitcoin su condición de moneda de curso legal, una medida que había convertido al país en pionero a nivel mundial en la adopción de criptomonedas. La reforma a la Ley Bitcoin fue aprobada este miércoles por la Asamblea Legislativa, controlada por el oficialismo, lo que marca el fin de una era iniciada en 2021 bajo el liderazgo del presidente Nayib Bukele.
Bitcoin ya no es moneda oficial en El Salvador
La modificación de seis artículos y la eliminación de tres en la Ley Bitcoin han cambiado radicalmente su aplicación en el país. Ahora, el criptoactivo ya no es una moneda de curso legal obligatoria, sino que su uso queda limitado a transacciones voluntarias entre ciudadanos y empresas privadas. Además, ya no se podrá utilizar para pagar impuestos ni para que el Estado realice pagos de deuda.
La iniciativa fue presentada por la ministra de Turismo, Morena Valdez, a petición del presidente Bukele, quien hasta el momento no se ha pronunciado sobre el tema.
El FMI y las razones económicas detrás de la decisión
El retiro del Bitcoin como moneda oficial llega en un contexto económico desafiante para El Salvador. El país está en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener un préstamo de 1.400 millones de dólares, y una de las condiciones impuestas por el organismo fue «mitigar los riesgos del Bitcoin». La reforma de la ley allana el camino para la aprobación del crédito y podría facilitar financiamiento adicional por más de 3.500 millones de dólares de otras entidades internacionales.
El Salvador sigue enfrentando un crecimiento económico lento y un alto nivel de endeudamiento. En 2023, el país registró un déficit comercial de más de 8.000 millones de dólares, compensado en parte por remesas enviadas por salvadoreños en el extranjero, que en los primeros siete meses de 2024 alcanzaron los 4.756 millones de dólares. Además, el 52% de la población enfrenta «estrés alimentario», según datos de la FAO.
Una adopción fallida
A pesar del impulso gubernamental, la adopción del Bitcoin en El Salvador fue mínima. A mediados de 2022, la billetera digital Chivo Wallet, creada por el gobierno, tuvo una adopción limitada, y para 2024 solo el 8,1% de la población la utilizaba, según El País. Además, un fallo en la plataforma permitió un fraude de 840.000 dólares.
Según encuestas locales, más del 70% de los ciudadanos consideraron que el Bitcoin no había beneficiado su economía. Además, hubo señalamientos de corrupción en su implementación, incluyendo la duplicación y falsificación de identidades para acceder a incentivos gubernamentales.
Un futuro incierto para la estrategia cripto
Aunque la Asamblea Legislativa ha reformado la Ley Bitcoin, el gobierno de Bukele sigue apostando por la criptomoneda. La embajadora de El Salvador en Estados Unidos, Milena Mayorga, afirmó que el país seguirá aumentando sus reservas de Bitcoin, a pesar del cambio legal. «El Salvador sigue siendo ‘Bitcoin Country'», aseguró.
Sin embargo, la falta de transparencia ha sido una constante en la estrategia de Bitcoin en el país. Hasta hace poco, no había información oficial sobre las reservas de Bitcoin del gobierno, hasta que la Bitcoin Office informó que El Salvador posee 6.049,18 BTC, equivalentes a unos 605 millones de euros.
¿Qué sigue para la economía de El Salvador?
Con la eliminación del Bitcoin como moneda oficial, el gobierno busca estabilizar la economía y asegurar el respaldo financiero del FMI. No obstante, el país sigue enfrentando grandes desafíos económicos, desde su alto nivel de deuda hasta la falta de crecimiento sostenido.
La gran interrogante es si esta decisión marcará el fin de la apuesta cripto de El Salvador o si Bukele continuará promoviendo el Bitcoin en otras áreas. Por ahora, lo cierto es que el experimento ha sido reducido a una opción voluntaria, dejando atrás su ambición inicial de transformar el sistema financiero del país.