La policía peruana ha vuelto a recuperar el método del disfraz para acercarse y detener a varios delincuentes. En este caso, y aprovechando estas fechas, un agente se ha convertido en el Grinch y, maza en mano, ha tumbado la puerta de la vivienda de una barriada de Lima donde se refugiaban tres mujeres que se van a comer el turrón en la cárcel por tráfico de drogas. La argucia del disfraz está convirtiéndose ya en algo recurrente para las redadas de la policía peruana. Cuando lo de papa Noel empezó a estar ya muy visto, recurrieron los superhéroes o al osito amoroso de la tele que tiene un regalo para ti. Ni Mortadelo podría superarlos.T