Con la llegada del verano, los jardines florecen y se llenan de vida, pero también requieren de cuidados especiales para mantenerse saludables y vibrantes. Una de las tareas más importantes en esta temporada es el abonado, que proporciona a las plantas los nutrientes necesarios para crecer fuertes y hermosas.
A continuación, te presentamos algunos consejos clave para abonar tu jardín durante el verano.
Conoce las necesidades de tus plantas: Antes de aplicar cualquier tipo de abono, es fundamental conocer las necesidades específicas de las plantas que tienes en tu jardín. Algunas especies requieren más nutrientes que otras. Investiga sobre las plantas que has sembrado y determina qué tipo de abono es más adecuado para cada una.
Elige el abono correcto: Existen diferentes tipos de abonos: orgánicos e inorgánicos. Los abonos orgánicos, como el compost o el estiércol, son ideales para enriquecer el suelo de manera natural y mejorar su estructura. Por otro lado, los abonos inorgánicos suelen liberar nutrientes de forma más rápida, lo que puede ser útil en situaciones de emergencia. Considera alternar entre ambos tipos para obtener los mejores resultados.
No te olvides del pH del suelo: El pH del suelo influye en la disponibilidad de nutrientes para las plantas. Realiza una prueba de pH para asegurarte de que tus plantas puedan absorber los nutrientes que les proporcionas. En general, la mayoría de las plantas prosperan en un pH neutro (entre 6 y 7), pero algunas especies pueden tener preferencias específicas.
Abona en el momento adecuado: El verano es una época de crecimiento activo, por lo que es el momento ideal para abonar. Sin embargo, es importante no hacerlo en las horas más calurosas del día, ya que el calor extremo puede quemar las raíces. Lo mejor es aplicar el abono por la mañana temprano o al atardecer, cuando las temperaturas son más frescas.
Hidrata adecuadamente después de abonar: La aplicación de abono debe ir acompañada de un riego adecuado. Esto ayuda a disolver los nutrientes y permite que las raíces de las plantas los absorban más fácilmente. Asegúrate de regar bien después de aplicar el abono, pero evita el exceso de agua, que puede provocar encharcamientos.
Observa y ajusta según sea necesario: Después de abonar, observa cómo responden tus plantas. Si notas que están creciendo bien, puedes mantener la misma rutina. Sin embargo, si ves signos de deficiencia, como hojas amarillas o crecimiento lento, puede ser necesario ajustar el tipo o la cantidad de abono que estás utilizando.
Abonar tu jardín en verano es esencial para asegurar un crecimiento saludable y una floración abundante.