Es un tipo duro, áspero, que vive todo muy intensamente. El entrenador uruguayo Alexander “Cacique” Medina se quebró apenas Gastón Benavídez marcó el penal que le dio el título a Talleres ante River por la Supercopa Internacional.
“El Cacique” no pudo realmente contener las lágrimas en un momento soñado, que se hizo esperar muchísimo.
El entrenador del Matador caminó la cancha con un llanto que era imposible de disimular, dejando en claro su sentimiento por el club y por este campeonato.
El uruguayo fue como un niño que finalmente logra lo que soñó y se dejó abrazar por todos sus jugadores.
“El Cacique nos dijo que disfrutemos, que vayamos a la guerra. Estuvimos dos veces abajo en la tanda y no nos dimos por muertos. Estamos felices”, dijo Guido Herrera, arquero y figura de la “T”.