Un turista argentino que participaba de una excursión al Machu Picchu, en Perú, murió el martes pasado tras desplomarse y testigos denunciaron falta de atención médica en el lugar.
El hecho se produjo mientras Carlos Jorge Rubinstein realizaba una visita al parque arqueológico Ollantaytambo, una zona que se encuentra a unos 2.792 metros sobre el nivel del mar, distante a unos 32 kilómetros del Machu Picchu.
Por motivos que se intentan establecer, el argentino se desplomó, por lo que personal del lugar y guías le practicaron maniobras de reanimación, aunque no tuvieron éxito y fue declarado muerto en el lugar.
Demora en la atención y sin recursos
Testigos relataron que varias personas se turnaron para realizarle maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar (RCP) y que incluso el hombre habría recuperado el pulso, pero una mujer advertía que volvía a perderlo y necesitaba suministrarle oxígeno.
Según relatos recogidos por El Litoral, los servicios de emergencia tardaron unos 20 minutos en arribar. Cuando llegaron, no contaban con el tanque de oxígeno, indicando que en el gabinete médico no había insumos.
La Policía local informó que aún no se conocen las causas del deceso y admitió que no cuentan con información acerca de si el argentino padecía alguna condición preexistente.
Tampoco había precisiones sobre si realizarán la autopsia al cuerpo para esclarecer los motivos de la muerte.
La zona donde ocurrió la tragedia no cuenta con centro de salud. El hospital más cercano se encuentra en Machu Picchu, aunque no está terminado en su totalidad.