Este jueves en la Cámara Novena del Crimen juzgará a dos anestesistas y a una enfermera por el presunto delito de mala praxis contra Valeria Reinoso, quien acudió al Hospital Privado para una intervención estética y terminó con una cuadriplejia y en estado vegetativo.
El 10 de octubre de 2018, Valeria Reinoso fue sometida a una cirugía de resección de un lipoma, colocación de prótesis mamaria y dermolipectomía, en una intervención que duró más de tres horas. Luego de eso la paciente fue ingresada a una sala de recuperación en pleno estado de conciencia, sin complicaciones y respondiendo a las consultas de los facultativos.
Sin embargo, por causas a determinar, la acusación entiende que la enfermera Sandra Monier le aplicó un o mas opioides –tal vez desconociendo que Reinoso era intolerante a ese medicamento– y requería cuidado especial en su aplicación. Tampoco se le habría realizado el indispensable control posterior, por un eventual efecto adverso y según establecen las normativas.
Lamentablemente el organismo de Reinoso reaccionó negativamente pues sufrió una depresión respiratoria e hipoxia, la que fue advertida por personal de enfermería pasados diez minutos.
Ante el pedido de atención urgente y la ausencia del anestesista a cargo, el doctor Aníbal Olivazzi, intervino el anestesista de guardia (residente) Luis Richetta quien logró normalizar la oxigenación sin que la paciente respondiera a los estímulos externos.
Según el protocolo médico, el control postoperatorio debe hacerse de modo responsable ya que ante la eventualidad de un caso como el de la víctima, rápidamente se debe administrar un antagonista de los receptores opioides, para evitar daños neurológicos.
Por negligencia y falta de atención inmediata, Reinoso quedó cuadripléjica, en estado vegetativo e irreversible y se encuentra en internación domiciliaria en su casa junto a su familia.
La mujer, martillera pública y corredora inmobiliaria, madre de tres hijos nunca más vivió la vida prometedora que tenía. Desde entonces, su familia no para de pedir justicia.
Se espera que durante las primeras jornadas se presente la declaración de los testigos y demás pruebas documentales. Tras los alegatos se fijará la fecha para la lectura de la sentencia.