25.8 C
Río Cuarto
InicioEconomíaPor qué la plata no alcanza aun cuando baja la inflación y...

Por qué la plata no alcanza aun cuando baja la inflación y empiezan a recuperarse los salarios

Algunos indicadores están dando cuenta de cierta reparación del poder adquisitivo: los salarios formales empiezan a mostrar una recuperación luego del fuerte deterioro por la devaluación de diciembre. Y también la inflación logró desacelerarse desde los dos dígitos hasta el 3,5% en septiembre, según el último dato disponible. ¿Por qué entonces, la población sigue experimentando que el sueldo no alcanza para cubrir sus necesidades del mes?

La explicación hay que buscarla en que buena parte del gasto de las familias hoy se destina al pago de los servicios. No solo por las tarifas de los servicios públicos como agua, luz, gas y transporte -que duplicó su peso en el salario promedio- sino también los servicios vinculados a salud, educación y comunicaciones, entre otros.

En lo que va del año, el rubro que incluye los gastos de la vivienda, electricidad, agua y combustibles acumula un aumento del 200,4%, es decir, el doble de la inflación general, que llega al 101,6%, según el INDEC. Lo mismo sucede con otros servicios.

Segun el Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-Conicet, el peso de la canasta de servicios públicos en el salario (privado registrado promedio) pasó del 5,9% en diciembre pasado al 12,2% en octubre de este año. En este porcentaje, el peso mayor es atribuible al gasto en transporte, que hoy alcanza el 42% (cuando en diciembre del año pasado era del 28%) y es significativamente más elevado respecto de los restantes servicios.

Esta canasta de servicios públicos incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público en un hogar representativo del AMBA.

En octubre, este hogar debió gastar, sin subsidios, $ 134.414 por mes para cubrir el gasto de estos servicios. Este gasto se redujo 2,5% respecto del mes anterior debido al menor consumo de gas y a pesar del aumento del agua (4,9%) y de la luz (1,8%).

Con todo, los hogares de altos, medios y bajos ingresos del AMBA pagan tarifas que en promedio cubren el 53% de los costos, mientras que el Estado sigue haciéndose cargo del 47% restante.

Respecto de diciembre de 2023, el costo de la canasta total de los servicios se incrementó 369% a partir de las actualizaciones de tarifas por la quita de subsidios.

Alejandro Einstoss, economista e investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) UBA Conicet, explica la razón principal del mayor peso de los servicios en el salario: “La energía está nominada en dólares, aún la energía eléctrica que está en pesos se genera basándose en insumos nominados en dólares”, dice. “Entonces, a partir de la fuerte devaluación que hubo al inicio de la actual administración, el costo en pesos de la energía se disparó, porque siguió al tipo de cambio, mientras que los salarios no siguieron la misma velocidad”, explica.

Es decir, el costo energético creció en forma distinta que la capacidad de pago de las familias. Y si bien, según los últimos indicadores, el salario formal empieza a recuperar poder adquisitivo, se trata de un proceso lento”, sostiene el experto.

Se refiere a que, en septiembre, los salarios formales medidos a través del RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) aumentaron el 4,1% mientras la inflación promedio fue del 3,5%. Y, desde mayo, tanto por las paritarias como por los aumentos para los de “fuera del convenio”, hubo una recuperación salarial luego del fuerte deterioro por la devaluación de diciembre y la disparada inflacionaria posterior.

Aun así, en relación con noviembre de 2023, el salario promedio RIPTE aumentó un 140,5%, en tanto la inflación fue del 152,9%. Representa una caída de casi el 5% por encima de la pérdida del 20% en los anteriores seis años.

Por estas razones, la recuperación del poder adquisitivo va a tardar en reflejarse también en el consumo masivo (que tuvo profundas caídas este año). Algo que «no ocurriría antes de febrero o marzo del 2025», estima el analista de la consultora Scentia, Osvaldo del Rio.

La proyección de Damian Di Pace, director de la consultora Focus Market, es que «en la curva de octubre 2024 hacia adelante, el salario podría adquirir más bienes respecto de los meses anteriores por que la inflación comienza a desacelerar en rubros básicos como alimentos, bebidas, indumentaria y calzado».

«Pero es probable que pueda adquirir menos servicios que los que consumía en el primer semestre de 2024 por la corrección de los precios relativos de la economía en las tarifas que forman la canasta de precios regulados y también por aumentos de precios de los servicios vinculados a la salud, educación y comunicaciones entre otros”.

NE

Más noticias
Noticias Relacionadas