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La masacre que definió para siempre la noche argentina

Todas las historias de nuestros personajes estan atravesadas por lo que pasó el 30 de diciembre de 2004” dice Toto Rovito, uno de los actores de Cromañón, la nueva serie original de Primer Video. Dirigida por Marialy Rivas y Fabiana Tiscornia, con guión de Josefina Licitra, Pablo Plotkin y Martín Vatenberg, la serie muestra desde un grupo puntual de amigos una lectura de esos sucesos que marcaron para siempre al país: desde el trauma particular o la pérdida a la comunidad en acción, y otras instancias que genera un suceso tan fundamental en la historia de nuestro país. Hubo  críticas de familiares, se la ha celebrado por la crítica. La serie para el mismo Rovito posee: “un foco importantisímo para contar lo que le pasaba a cada uno de los personajes que se cuentan. Pero la verdad es que hay muchas caras de los que le pasa a nuestros personajes: el antes, el durante y el después”. Y suma: “Como historia original nuestra, uno va entendiendo el personaje, el hecho, se va interiorizando, lo encuentra en los demás actores, en los ensayos, en muchas cosas, en todas las áreas. Tuvimos mucho tiempo de preparación: hubo mucho ensayo acá en Argentina y hubo mucho ensayo en Uruguay, y también tuvimos mucho tiempo de convivencia. Generalmente un vínculo muy humano”.

Se suma a su voz la de José Giménez, El Purre: “El entendimiento de cada lugar que ocupaba tu personaje en este grupo de amigos. Nos lo facilitaron los autores, porque previo a que a estos chicos les ocurriese lo que les ocurrió tenían una historia, como la tenemos todos. Era importante que la gente pudiese empatizar, que vieran que había cosas antes, historias, y más. En este caso la historia está centralizada en este grupo de amigos, pero cada persona que asistió tenía su historia, una historia para vivir. La llave era entender los sueños de esos chicos de 16, 17, años, ¿qué era lo que querían vivir? ¿qué pensaban que quería hacer de su vida?”. Vuelve Rovito: “Hablar de lo que les habían quitado es importantísimo. Eran jóvenes con una gran pulsión vital. Y lo que pasó generó un trauma colectivo, un antes y un después”.

LA VOZ DE OLIVIA. Olivia Nuss es, por decirlo de alguna forma, la protagonista: es el trauma de su personaje el que va marcando los diferentes momentos de la serie. Olivia Nuss se luce en la serie: “En mi caso, cuando entendí que lo importante de la serie era contar lo que se les había quitado a estos chicos, pude entender más al personaje y la importancia de poder retratar esas dos épocas, el antes y después, que era una historia que representaba a muchos a chicos, como cuando en el 2008 tienen que volver a declarar y para muchos es enfrentar lo que venían esquivando”. Ella tiene un vínculo directo con Soledad Villamil, que interpreta a su madre: “Este es mi primer proyecto. Mis primeros días de rodaje fueron con Soledad Villamil. Eso fue muy importante para mí: era mi madre en la ficción y era también mi madre en el rodaje. Ambas fuimos generando una dinámica particular para esa relación e madre e hija, y pudimos entender que así como cada sobreviviente tiene su historia, los padres también tienen su historia. Desde el acompañar, desde el duelo, desde la lucha. Nuestros padres tenían que superar historias diferentes”. Soledad Villamil, madre del personaje de Nuss, confiesa: “Mi personaje es Betty, que es la mamá de Malena. Me intereso de entrada poder contrar por un lado esta historia de una madre con su hija. Una madre que esta sola, que se busca la vida, que ve como sale adelante material y afectivamente. No es una familia tipo. Este vínculo de dos mujeres que se acompañan. La sensación cuando empieza es que podrían ser hermanas o amigas. El hecho de Cromañón es lo que la despierta a Betty para ejercer más el rol de madre, o, al menos, de adulta, de acompañar a alguien más joven que necesita algo. En el caso de Malena es salir de esa nube de angustia y de culpa que la rodea. Eso produce un cambio interesante. Para mí es vínculo madre e hija fue lo interesante de la serie”. Y agrega: “Yo cuando leí pensé ‘Uy, la actriz que haga Malena, que fuerte’, porque era un rol muy cargado, que atraviesa desafíosa actorales muy importantes, y cuando la conocí a Olivia, que tiene la misma edad de que mi hija mayor, inmediatamente sentí uan afinidad tremenda, me dí cuenta de su inteligencia, de su nivel de analisís, yo sentí que trabajé con una par, sentí que todo fluía”.

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Esos padres, como marca Rovito, son “un elenco espectacular. Cada escena era una mastercalss espectacular. Nos sentimos siempre pares. Y ver el compromiso de ellos con el proyecto fue un montón. Uno por que es chico cree que trae un entusiasmo diferente, y sí, pero no, había muchas ganas de contar, de compromiso”. Uno de ellos es Luis Machín: “Poder contar a través de una tragedia personal, como en el caso de Carlos Binder, basado directamente en José Iglesias, contar esa historia personal en una búsqueda de justicia que sigue hasta el día de hoy. Es difícil encontrar consuelo después de semejante tragedia. En este caso, el personaje transita eso, su propia desgracia y enseguida intenta ver cómo de eso hace una causa común, una salida colectiva. Es importante contar esta parte de esta historia. Está muy bien divida la serie entre las alegrías, los sueños, los encuentros, y mostrar cómo algo tan lindo puede acabarse y destruir en unas horas. Hay ahí una cuota de enorme responsabilidad de parte nuestra, porque asumimos el riesgo de revisar una parte de la historia muy cara para mucha gente, y que marcó un antes y un después. Esa masacre como la llama Carlos Binder, José Iglesias, genera una construcción más colectiva que sigue hasta el día de hoy, se siguen juntando, como buscan generar espacios de memoria que deben seguir existiendo”. La importancia de la serie es fundamental para Machín: “Poder generar la posibilidad de la discusión, de la polémica. Hay generaciones que saben poco y nada de este acontecimiento. Mostrar que hay enorme material para contar historias, que hay actores con experiencia como nosotros, actores nuevos que quieren contar. Los argentinos podemos contar nuestras historias, más allá de que algunos no quieran”.

LA ESCENA. El día de la tragedia, fue crucial en el rodaje. Cuenta Rovito: “Fue el momento más esperado de todo el rodaje por todos nosotros. No fue con lo que empezamos. Hubo un mes entero de rodaje donde se hicieron dos semanas de Cromañón, de exteriores, y dos de interiores. Lo cual significaba un grado de interpretación más alto, porque hacíamos la salida antes de haber salido. Pero había un equipo buenísimo, coach de actores, dos directores buenísimas, un equipo buenísimo. Había directores de extras. Hay trabajo de extras. Llegabas al set, y te encontrabas con algo que te ponía en ese lugar. Nos pasaba a todos. Los técnicos se impresionaban”. Nuss da cuenta de una sensación que vivía en el set: “Muchos comentaban que era el set más focalizado y sensible que habían tenido en su vida. Eso ayudó mucho. Era importante respetar lo que sucedió”.

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