La mancha venenosa de la escandalosa detención de Edgardo Kueider en Paraguay sacude al gobierno de Javier Milei, que tenía en el entrerriano a uno de sus principales aliados en la Cámara de Senadores.
Tocado por el escándalo y casi un día después de su detención, el presidente salió por Twitter a despegarse de Kueider y se lo endosó a Cristina Kirchner.
«@CFKArgentina TODO TUYO… FIN», tuiteó Milei junto a la imagen de la boleta de 2019, cuando Kueider fue candidato a senador colgado de Alberto Fernández y Cristina.
La expresidenta enseguida le devolvió la chicana. «Si hubiera sido mío no votaba la Ley de Bases, querido Javier. Te gusta el durazno pero no te bancás la pelusa. Besis», le escribió.
El miércoles por la noche, antes de su exposición en el CPAC, Milei fue abordado por periodistas que le consultaron por el escándalo de Kueider. Visiblemente incómodo dijo que «es un tema del kirchnerismo» y se alejó de la prensa.
Pero lo real es que Kueider fue una pieza clave para el oficialismo en el Senado, primero con el armado de una mayoría circunstancial para el reparto de las comisiones y luego con su voto a favor de la Ley Bases. A cambio, el gobierno lo ubicó al frente de la estratégica comisión de Asuntos Constitucionales y le dio un asiento en el directorio de Salto Grande.
Santiago Caputo también buscó meterlo también al frente de la Bicameral de Inteligencia, pero fracasó. El asesor presidencial estaba ideando una jugada para que el año próximo Kueider sea candidato con lista propia para dividir al peronismo. El premio era la Embajada en Montevideo para el todavía senador. Pero su inconveniente en Paraguay abortó el plan oficial.